Conocer personas que se apasionen por su trabajo, siempre me resulta inspirador. A raíz de toda la nueva información disponible en relación a temas de salud, nuevas formas de alimentación y por supuesto la nueva ventana de conversación alrededor de los psicodélicos (ver libro recomendado) llegué a muchas cuentas de IG que hablaban sobre los hongos. Y así, fuí brincando de cuenta en cuenta hasta que me topé con el proyecto de FUNSET, un proyecto creado por Mitzy y Enrique, biólogos y amigos,  dedicados a la observación, apreciación, estudio y cultivo de hongos.

El primer paso es separar tu lugar. Estas experiencias micológicas dependen de la temporada de lluvias, así que hay que tener en cuenta que no es factible hacerlas todo el año. Una vez que separas tu espacio, recibimos instrucciones precisas de todo, desde la ropa adecuada, artefactos necesarios, reglamentos etc.

La experiencia micológica comienza desde muy temprano, nos vimos en un punto de reunión con el resto del grupo. Fué super interesante darme cuenta que todas las personas que estábamos ahí reunidas, compartimos un interés genuino en los hongos. Sin conocernos ni nada, ya teníamos algo en común.

Después de manejar por casi dos horas, llegamos al Monte Tlaloc, en el Estado de México, una zona arqueológica por cierto la cual espero tener la oportunidad de visitar más adelante. Al llegar, hicimos un pequeño círculo para presentarnos todos y de esta forma hacer una primera clase acerca de los hongos. Pudimos aprender sobre las terminologías correctas, anatomías, formas de cultivo, códigos de identificación, etc. Supe que los tallos por ejemplo, se llaman Estipes y que el micelio o como decían ¨el hongo verdadero¨ es la parte del hongo responsable de esa conectividad tan mística e increíble que destaca a estos pequeños seres. Tomé todas las notitas que pude, pero de verdad que me volé la cabeza.

Caminamos por un par de horas y fuimos recolectando los honguitos maduros, acorde a las recomendaciones de Mitzi y Enrique. Era importante tratar de no repetir especies del mismo hongo, esto para afectar lo menos posible el impacto de nuestra presencia en este espacio natural. Finalmente llegamos a un espacio para darnos un pequeño descanso y comer algo. Estar en medio del bosque, bajo una ligera llovizna, rodeada de hongos y un aire deliciosamente puro, fué un momento super bonito.

Recolecta de Honguitos

Para cerrar la experiencia, hicimos un ejercicio de clasificación de hongos en equipos, para reforzar la información que habíamos aprendido durante todo el recorrido. Y para cerrar el evento, regresamos al bosque los hongos, para que se reintegren a la tierra. Algo que especialmente me gustó mucho de la experiencia, es el genuino interés de respetar y agradecer a la naturaleza. 

Volvimos a la ciudad por la tarde, que con el tráfico se convirtió en noche. Con un cansancio profundo pero el corazón y mente llenos. El mundo está lleno de cosas increíbles que no conocemos. Me quedo con una reflexión muy poderosa sobre la sabiduría de la naturaleza, ojalá algún día lejano, los humanos podamos imitarla de alguna manera.

Si les interesa este mundito, no se pierdan los eventos y experiencias de Funset.